Sé que al escribir esta carta, me enfrentaré a muchos caminos difíciles por delante. Incluso algunos afroamericanos, a quienes se les ha pagado, hablarán en contra de lo que estoy diciendo. Eso está bien para mí porque en la etapa final aquí en la tierra y más allá, seguirá siendo un esclavo de un infierno interminable. El infierno es un lugar con el que todos estamos familiarizados, si alguna vez te has enfrentado a una fuente controladora o, de la misma manera, te has involucrado con un individuo abrumador que quería oprimirte y sujetarte a cualquier costo. Entendemos el costo de  libertad , y que hay mucho en juego. Cuanto más aumentamos las apuestas, más hacemos sufrir a los   pobres de este país. Esta cosa llamada sufrimiento no es solamente del futuro, sino que es una gran parte de nuestro pasado. Los estadounidenses parecen ser un pueblo que simplemente no puede detener esta cosa conocida por toda la humanidad como  avaricia . Entiende que la codicia puede y devorará al hombre entero, mente, cuerpo y alma . Se mire como se mire, el alma será lo último en descansar en el ser humano. 

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Esto nos lleva de vuelta a la principal razón para escribir esta carta, los derechos humanos  del hombre . Nosotros, el pueblo, agradecemos a YHWH por las tres grandes partes del hombre. Por el cuerpo, el espíritu y el alma, sabiendo bien que cada uno debe volver al lugar de donde vino. El cuerpo vuelve a la tierra, el espíritu vuelve a Dios, que lo dio, y el alma al cielo o al infierno. El alma, creo, estará determinada por el mérito , y aquí es donde los estadounidenses nos quedamos cortos, porque estamos más conectados con la ganancia personal que con recibir méritos para salvar vidas y almas.

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El pueblo estadounidense es una de las personas más desinformadas del mundo. Según la biblioteca del Congreso, no necesitamos pretender que toda la información se puede obtener a través del sistema, ya que nuestro sistema ha impuesto limitaciones a la información y quién puede acceder a ella. Estados Unidos todavía está a la altura de sus viejos trucos, que destruyeron a los estadounidenses negros, y eso se llama mentiras y engaño. Los hombres que se llaman a sí mismos dirigiendo Estados Unidos nunca han revelado la verdad a la gente, y nunca lo harán. Porque nosotros, la gente, sabemos que una vez que se sepa la verdad, sus trabajos y puestos desaparecerán en ese mismo momento.

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Entonces, aquí estoy a merced de la Corte Mundial, escribiéndote esta carta, rezando para que hagas el trabajo que la gente del mundo te ha puesto allí para hacer. Les pido que ayuden a mi familia, ya todas aquellas familias a las que Estados Unidos les ha robado sus posesiones,  restauradas .

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Los mazos que empuñas en tus manos, como dice América, ¿no tienen poder, o sí lo tienen? Dicen que las túnicas negras que ustedes usan no tienen ropa interior o es solo otra de sus formas de evitar que la gente reciba  justicia , si es así, entonces sé rápido para avanzar en estos asuntos.